La XII Región de Magallanes y de la Antártica Chilena es la más austral de las quince regiones en las que se encuentra dividido Chile. Ubicada en el extremo meridional del continente sudamericano, en la parte sur de la Patagonia, limita al norte con la XI Región de Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo, al este con la República Argentina y al oeste con el Océano Pacífico.
La responsabilidad de organizar la expedición destinada a tomar posesión e iniciar la colonización de la región del Estrecho fue confiada por el gobierno del Presidente Manuel Bulnes al intendente de Chiloé, Domingo Espiñeira, funcionario diligente y activo que cumplió con particular celo su cometido, de tal modo que el 21 de mayo de 1843 zarpaba del puerto homónimo la goleta nacional Ancud, al mando del capitán de fragata Juan Williams, con un total de veintitrés personas a bordo, entre tripulantes, soldados y supernumerarios.
Tras un viaje que tomó cuatro meses y que no estuvo libre de algunas peripecias, la Ancud dio fondo el 21 de septiembre frente a la punta de Santa Ana, península de Brunswick, muy cerca del sitio en que casi tres siglos antes estuviera la Ciudad del Rey Don Felipe.
Un mes después y luego de una rápida e infructuosa exploración a lo largo de la costa norte del Estrecho, en busca de un sitio apropiado para la fundación de una colonia, se inauguraba oficialmente, el día 30 de octubre, un pequeño fuerte construido en lo alto de la punta de Santa Ana -verdadera atalaya-, que fue denominado "Bulnes" en homenaje al ilustre mandatario de la República, y que así pasaba a ser el primer establecimiento permanente en la vastedad patagónica, avanzada inicial de la colonización nacional y de la civilización en las regiones del sur.
La responsabilidad de organizar la expedición destinada a tomar posesión e iniciar la colonización de la región del Estrecho fue confiada por el gobierno del Presidente Manuel Bulnes al intendente de Chiloé, Domingo Espiñeira, funcionario diligente y activo que cumplió con particular celo su cometido, de tal modo que el 21 de mayo de 1843 zarpaba del puerto homónimo la goleta nacional Ancud, al mando del capitán de fragata Juan Williams, con un total de veintitrés personas a bordo, entre tripulantes, soldados y supernumerarios.
Tras un viaje que tomó cuatro meses y que no estuvo libre de algunas peripecias, la Ancud dio fondo el 21 de septiembre frente a la punta de Santa Ana, península de Brunswick, muy cerca del sitio en que casi tres siglos antes estuviera la Ciudad del Rey Don Felipe.
Un mes después y luego de una rápida e infructuosa exploración a lo largo de la costa norte del Estrecho, en busca de un sitio apropiado para la fundación de una colonia, se inauguraba oficialmente, el día 30 de octubre, un pequeño fuerte construido en lo alto de la punta de Santa Ana -verdadera atalaya-, que fue denominado "Bulnes" en homenaje al ilustre mandatario de la República, y que así pasaba a ser el primer establecimiento permanente en la vastedad patagónica, avanzada inicial de la colonización nacional y de la civilización en las regiones del sur.
Los primeros años de la nueva población fueron en extremo duros y difíciles. Comprendiendo la necesidad apremiante que había de mover la colonia a un sitio más adecuado, y luego de explorar buena parte de la costa oriental de la península de Brunswick, el nuevo gobernador designado José de los Santos Mardones dispuso su traslado medio centenar de kilómetros hacia el norte, a terrenos que le parecieron los más apropiados y que se situaban junto a las márgenes del río del Carbón, en el lugar conocido como Punta Arenosa. Una vez llevado el ganado, iniciadas las siembras, levantadas las construcciones fundamentales y trasladadas a ellas la mayoría de las familias, Mardones fijó allí su sede y residencia, naciendo el 18 de diciembre de 1848 el caserío de Punta Arenas, que con los años habría de llegar a ser capital de una rica región y ciudad principal de la Patagonia.
El escudo de esta region, que encabeza estas palabras, se trata de un partido en tres campos. En el derecho se muestran tres bandas jaqueladas en color rojo sobre campo de plata, expresivas de las armas del descubridor Hernando de Magallanes. En el campo izquierdo campea en el cielo de azur, cinco estrellas de plata, a modo de la constelación de la Cruz del Sur con reminiscencias de la mitología de los indígenas australes. En el campo inferior de oro como expresión de la importancia de la tierra esteparia en la evolución económica y en la prosperidad histórica de la Región. Bajo el escudo y separada del mismo va una estela con el lema "Prima in Terra Chilensis", expresivo de la primacía geográfica e histórica de la región.
Sobre estas lineas, la bandera de la region, teniendo el alto dos tercios de su longitud, y está dividida en dos campos. El superior de color azul, donde campea la constelación de la Cruz del Sur, y el inferior de borde aserrado que simboliza un horizonte montañoso, en color amarillo ocre. Ambos campos están separados por una franja blanca angosta que separa el campo amarillo del azul. El amarillo ocre es el colorido de la vegetación típica de la estepa, la forma fisiográfica más característica de la geografía regional, expresiva a su vez de la riqueza de su suelo y de su subsuelo. La banda paralela al borde aserrado simboliza la nieve que corona las montañas.
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